Dicho esto (y sin haber leído los libros), en mi opinión a esta tercera película le falta algo de chispa. No es que me aburriera viéndola, pero tampoco sentí la subida de adrenalina que me provocaron sus antecesoras. Quizás sea el hecho de que aquí ya no haya juegos del hambre, ni luchas a muerte por sobrevivir en una competición tan macabra como heroica.
Aparte de Katniss, que tampoco pasa por su mejor momento, los personajes que la secundan me parecen todos bastante grises y desprovistos de real interés. Sin ir más lejos, y por más que me guste Julianne Moore, me sobran algunos de los demagógicos discursos de su personaje a los 'descamisados' del Distrito 13 (con uno bastaba), lo que me hace sospechar que quizás esta presidenta no tenga tan buenas intenciones como parece. Y como bien dice Effie Trinket, la otrora excéntrica representante del Capitolio reconvertida en colaboradora de la resistencia, esa melena rubio ceniza está pidiendo un toque urgente de estilismo, pero claro, quizás no sea el momento más adecuado. Justamente, Effie,
aparte de verse despojada de todo su glamour en aras de la lucha insurgente y excepto algún ocurrente comentario, me pareció desaprovechada. De igual manera, el duo de guapos que integran Gale (Liam Hemsworth) y Finnick (Sam Claflin) está de lo más aburrido e intrascendente, vaya, que ambos son un par de huevos sin sal. El tercero en discordia, Peeta Mellark (Josh Hutcherson), cual Han Solo hecho prisionero por el malvado enemigo, tampoco pinta mucho en esta tercera parte, y lo mismo podría decirse de la hermana, Prim, y la madre de Katniss, también insustanciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario