Ocho apellidos vascos (Emilio Martínez-Lázaro, 2014)

Tanto había escuchado sobre lo divertida que era esta comedia que ayer, al salir del cine, no pude dejar de pensar: "Bueno, me ha gustado... pero tampoco hay para tanto". Vaaaleee... reconozco que no soy de risa fácil y en general los chistes no suelen hacerme gracia, llamadme aburrido... Eso sí, la escena del principio sí me pareció muy divertida y prometedora, brusca, inesperada y políticamente incorrecta.



Sin embargo, al cabo de un rato el humor a costa de los topicazos identitarios y el uso de las sempiternas rivalidades, mutuos desprecios e ignorancias varias entre diversas regiones de España (en este caso el País Vasco y Andalucía) al cabo de un rato se me hizo un poco cansino, la verdad. Desconozco la realidad de los jóvenes vascos de hoy en día y me pregunto si se habrán tomado con tan buen humor (espero que sí) esa visión tan caricaturizada de ciertos aspectos de la sociedad de Euskadi. Por supuesto que el tono de la película es inofensivo y claramente vodevilesco y nadie con un ápice de sentido del humor debería sentirse ofendido, pero bueno, nunca se sabe...

En cuanto a los personajes, el de Koldo (Karra Elejalde) me parece el mejor con creces, tanto por la interpretación de este veterano y consagrado actor como por la riqueza en 'gags' de su papel de rudo pescador vasco (muy convincente, aunque supongo que el hecho de que Karra sea nacido en Vitoria ayuda en algo...¡o no!). En cambio, el talento innato de Carmen Machi para la comedia me parece algo desperdiciado, o quizás es que estoy tan acostumbrado a verla decir burradas con esa gracia tan suya que esperaba verla mucho más histriónica en su papel de Merche/Ane. En cuanto a Dani Rovira, al que no conocía, está francamente gracioso en su papel de Rafa/Antxon, me recuerda muchísimo a Bradley Cooper en su faceta más cómica. Y Clara Lago, como Amaia, está correcta, aunque al principio de la película prometía más; quizás el guión, a mi gusto, suaviza demasiado pronto su aspereza del norte...

Por mi parte, no tengo mucho más que añadir: es una película simpática para ver una tarde de domingo en una sala abarrotada de espectadores (hacía tiempo que no me tocaba sentarme en un lateral de la primera fila... ¡Qué mareo! Menos mal que a los veinte minutos pudimos escabullirnos y verla decentemente desde la tercera fila), donde las carcajadas se contagian fácilmente. A juzgar por el éxito de taquilla que está teniendo en España, parece quedar claro que la gente prefiere evadirse de los problemas o sencillamente de la (a veces) gris realidad con una comedia fácil más que con cualquier otro género de cine, lo cual me parece muy lícito y perfectamente entendible. Tendré que ver 'La gran familia' y 'Tres bodas de más' (por citar solo dos de las comedias más exitosas de los últimos meses) para poder comparar y valorar con más criterio el humor de 'Ocho apellidos vascos'. 

Y vosotros, ¿qué opináis?