Es curioso cómo he llegado hasta
aquí. Por eso me encanta eso de navegar por la red, dejándome llevar por los
vientos de mi subconsciente y mis aleatorias fijaciones. El otro día me acordé
insistentemente de una de las grandes damas del cine clásico de Hollywood,
conocida por la teatralidad de sus interpretaciones, que adornaba con afectados
parpadeos y sarcásticos rictus. No en vano en 1981 la cantante Kim Carnes grabó una canción-homenaje a lo más característico de la fisionomía de la actriz, sus ojos... Sí, lo habéis adivinado, se
trata de Bette Davis.
Pues bien, recorriendo su filmografía me propuse visionar
algunos de esos títulos que uno tiene eternamente pendientes y por azares de la
vida le tocó a 'La loba' ('The Little Foxes' es su título original), basada en
la obra de teatro homónima escrita por la dramaturga estadounidense Lillian Hellman (1905-1984),
quien también escribió el guión cinematográfico. Este título rondaba hacía días en mi cabeza,
desde que vi 'August: Osage County, 2013' y alguien me dijo que la Violet Weston de
Meryl Streep le había recordado a la Regina Giddens de Bette. Dos matriarcas bastante maléficas. En esta historia
de ambición y ruindad que bien podría ser la precursora de los primeros culebrones familiares que vimos en los 80 en televisión (Dallas, Dinastía o luego Falcon
Crest, por citar solo los irrepetibles pioneros), Lillian Hellman disecciona con maestría las miserias de una familia unida y separada por la codicia. Por lo que he
podido leer navegando sobre la infancia de la famosa escritora, 'La Loba' puede
contener varios elementos autobiográficos apenas velados, si asumimos que
Alexandra ('Xani'), la hija de Regina, no es otra que la propia Lillian
('Lily') en su primera juventud. A lo largo de la película, somos testigos de cómo Xani va madurando a
marchas forzadas y entiende, muy a su pesar, lo que mientras era niña no quería ver: la triste pero verdadera
naturaleza de los lazos que unen a sus seres queridos. Como Xani, Lily sentía auténtica devoción por su padre, un hombre judío de origen más
bien humilde que era despreciado por la familia de su esposa.
Al final de la película, Xani acaba tomando partido (por su padre, que acaba de
morir) y reniega de su madre y de la familia de ésta, que representan a la
burguesía más feroz, afectada y clasista de principios del siglo
XX. "Me rebelé contra la familia de mi madre y, en consecuencia,
contra toda la gente rica, aunque me asustaba y me impresionaba", escribe
la propia Lillian en "Pentimento", uno de los volúmenes de sus
memorias.
No sé si Regina está inspirada en la madre de la escritora, pero
Bette Davis fue nominada por la Academia de Hollywood como mejor actriz por su
interpretación: una mujer arribista donde las haya, desdeñosa e insensible
capaz de dejar morir a su marido enfermo con tal de lograr sus ambiciosos planes de futuro. Antológico es el primer plano que capta la expresión de
histriónica y gélida crueldad, con el pelo aparatosamente recogido y su rostro
brujil de pérfida dama que en algún momento de su vida puso a Dios por testigo
de que jamás volvería a ser ninguneada. ¡Ah! El magnetismo de esos Bette Davis' eyes...Por las atenciones que le prodiga, adivinamos que ella está secretamente enamorada de su cuñado Horace (marido de Regina), modelo de hombre bueno y cariñoso, y en cierta forma ambos me recuerdan a Melitta y Ashley en 'Lo que el viento se llevó', que de tan buenos parecen pusilánimes. Para seguir con los paralelismos, durante esa misma escena Birdie confiesa que Leo, su propio hijo, no le gusta nada, sin duda porque detecta en él los mismos genes de mezquindad que corren por las venas de los tres hermanos Hubbard (Regina, Óscar y Benjamin). Pues bien, en 'August: Osage County', y aunque los personajes de Birdie y Mattie Fae no guardan ningún parecido entre sí, Little Charles también es repudiado por su propia madre, aunque aquí los papeles están invertidos porque el muchacho es un trozo de pan y ella es la arpía amargada que lo mortifica y menosprecia siempre que puede.
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